SEDOF

Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia

Principio 1. Comprender la experiencia farmacoterapéutica del paciente

"Hay un creciente reconocimiento de que descubrir cómo toman los pacientes su medicación forma parte de nuestro trabajo como profesionales de la salud”

(Suzanna Jacks, Médico de cabecera, Chepstow)1

Conocer la Experiencia Farmacoterapéutica 3,4, es fundamental para establecer la versión subjetiva del paciente sobre el uso de su medicación. Apoya al proceso de evaluación farmacoterapéutica teniendo en cuenta aspectos relevantes de las conductas del paciente, como punto de partida para resolver problemas de salud derivados del uso de medicamentos 5.

Como habían definido CIPOLLE, STRAND Y MORLEY 4 la experiencia farmacoterapéutica es la suma de todos los eventos en la vida de un paciente que implican el uso de medicamentos. Esta es la experiencia personal del paciente con medicamentos. Esta experiencia vivida da forma a las actitudes, creencias y preferencias del paciente de acerca de la medicación. Son estas características las que determinan principalmente la toma de la medicación como un comportamiento por parte del paciente. Todo paciente posee su propia experiencia con la medicación y ésta entra en juego en las decisiones que toma el paciente acerca de su propia farmacoterapia.

En este sentido, programas como el de Paciente Experto del Instituto Catalán de Salud 6, han podido presentar como resultados cambios cualitativos de los pacientes en cuanto a su comportamiento hacia su enfermedad crónica a través de responsabilizarse de la enfermedad, autocuidarse, participar en la toma de decisiones informadas, conocer e identificar los síntomas y saber responder ante estos, además de gestionar el impacto físico, emocional y social de la enfermedad. Por tanto, considerar la experiencia farmacoterapéutica del paciente es considerarlo un “experto en su medicación”.

¿Estamos haciendo el mejor uso de la mayor parte de los medicamentos?

Hasta la mitad de los pacientes no toman los medicamentos como se recomienda 7

CNO, una señora de 74 años, viuda, que vive sola aunque sus hijos están muy pendientes de ella, acudió a nuestra farmacia por una crema analgésica que le recomendó su vecina porque empezó a tener dolores que le impedían caminar. También a tomarse la presión arterial porque se sentía con molestias en la cabeza como cuando se le había subido la presión. Efectivamente la presión arterial estaba elevada y pensamos inicialmente que este hecho estaría causado porque estaba tomando mas analgésicos y estos le habrían subido la presión arterial.

Dialogando con ella en nuestra Unidad de Optimización de la Farmacoterapia descubrimos que nuestra valoración <a priori> no tenía que ver con su experiencia farmacoterapéutica.

Primero, no tomaba el diurético que le habían prescrito por la mañana porque le daba mucha vergüenza e incomodidad entrar en un bar o en algún baño público porque cuando tomaba la pastilla la necesidad de orinar era imperiosa, tanto, que incluso no alcanzaba a llegar al servicio, y como ya tomaba otras pastillas para la presión “pues esa para que…” Segundo, como toma tantas pastillas (15 medicamentos), ella decide que iba tirando con un solo comprimido de paracetamol, dice: “el dolor es por los años y es lo que toca, quizás la crema que usa mi vecina me irá bien como a ella, y así no tengo que tomar más pastillas”. En esos días el dolor fue tan intenso que tuvo que acudir a urgencias, le diagnosticaron gonartrosis y le prescribieron más medicamentos. Sugerimos que tomara el diurético cuando llegara a casa y que tomara los analgésicos como se lo había pautado el médico. Después de monitorizar la presión arterial coordinados entre la farmacia, su médico de cabecera y su familia, encontramos que al cambiar la hora de la toma del diurético se ajustó mejor con su estilo de vida y le ayudó a que se tomara su medicación. Mejoró su presión arterial y el dolor, aunque no desaparece del todo, ya no le impide caminar.

Desde luego partir solo desde nuestros pre-conceptos y no considerar la experiencia del paciente, puede inducir errores en las decisiones clínicas de todos los profesionales implicados en cuidado del paciente.

Con los resultados de este principio se pretende influir en:

  •  Comprometer más a los pacientes porque entienden más acerca de sus medicamentos y porque están capacitados en la toma de decisiones, incluyendo aquellas sobre la prevención y estilos de vida saludables.
  •   Que las creencias y las preferencias de los pacientes acerca de los medicamentos se tengan en cuenta y se compartan las decisiones sobre el tratamiento.
  •  Los pacientes directamente, para que sean capaces de tomar sus medicamentos comprendiendo la farmacoterapia según lo acordado y de manera adaptada a su vida cotidiana.
  •  Que los pacientes se sientan lo suficientemente seguros como para compartir abiertamente sus experiencias de tomar o no tomar medicamentos, lo que los medicamentos significan para ellos, y cómo repercuten en su vida diaria.